Helados Helio Hermanos

Una de las heladerías en Luanco, en la
calle Conde del Real Agrado.
En Luanco, si no has probado un helado de la franquicia Helados Helio Hermanos, jamás has probado un helado. Esta heladería, creada en 1935, opera en Luanco y Candás, capital del concejo de Carreño. Aunque tienen su sede principal en Candás, en Luanco tienen otras tres heladerías, situadas en las calles Ramón Pérez de Ayala, Ortega y Gasset y Conde del Real Agrado. Todas ellas están activas, aproximadamente, desde San José hasta el Día del Pilar, y no se hace extraño ver largas colas en verano, con la llegada de turistas y residentes vacacionales a Luanco. En Navidad también se encuentran abiertas y venden sus deliciosos turrones. ¿Había olvidado mencionar que el helado más característico de Helio Hermanos es el de turrón?
Otros sabores de la misma heladería.

Sabores de la heladería de la imagen
de arriba.
La historia de Helio Hermanos es larga y dinámica: la heladería fue fundada en los años 30 por Juan José Heliodoro Fernández González, y adquirió el nombre de Helados Helio Hermanos. Heliodoro, nacido en Bañugues, trabajador en la mina de hierro de Llumeres, decidió comenzar a trabajar como heladero, algo nada extraño, puesto que durante esa década el mundo de la minería no era muy estable. Aprendió su oficio con el fundador de otra franquicia de helados en Asturias, en Avilés. De hecho, aún su negocio persiste en este concejo, con el nombre de "Helados Los Valencianos".

Otra heladería de Luanco, situada en la
calle Ortega y Gasset.
Una vez la catastrófica Guerra Civil hubo llegado a su fin, Heliodoro continuó con su trabajo como heladero, acompañado por sus dos hermanos, Herminio y Clara. Situaron su sede en Candás, en la calle Rufo Rendueles, y al poco tiempo se incorporaron otros familiares: Chelo, Piedad y Marino. 

La tercera y más frecuentada heladería
de Luanco, en la calle Ramón Pérez
de Ayala.
Comenzando con un pequeño carro para transportar los helados por todo Gozón y Carreño, las siguientes décadas significaron constante expansión para los heladeros. En un principio dejaron de dedicarse exclusivamente a los helados y administraron un hotel-restaurante-bar. Unos años después,  ya en la década de los 60, volvieron a dedicarse únicamente a los helados, reformando el bar, transformándolo en otra heladería, así como el restaurante, donde situaron su fábrica. Esta vez contaron con nuevos vehículos, un local en Luanco, nuevas cámaras frigoríficas y nuevas máquinas para la elaboración de helados.
Cuadro con los fundadores de la empresa
en la tercera heladería.
En la década de los 80, contando con un camión frigorífico, se abrió una nueva heladería en Luanco, y se reformó el primer local de Candás. Acercándose a los 90, llegó el mayor cambio: Helio Hermanos se transformó por completo, colocando vitrinas en sus locales para que el consumidor pueda apreciar los helados desde el momento en el que entra al local. Asimismo, se multiplicó el número de sabores, dejando de ser menos de una decena para acercarse a los setenta.
Otras fotografías de la heladería.

Helados Helio Hermanos es parte de la historia de Gozón y Carreño, y hoy en día su clientela sube como la espuma. ¡Esperamos que la tendencia continúe!

Toda esta información la hemos obtenido de la página oficial de la empresa.
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